jueves, 17 de noviembre de 2011

NO GUSTARIA UNA TAZA DE TE.........


La historia del té y cómo se hizo universal la costumbre de beberlo

Té

Tomar té es una costumbre milenaria que se ha expandido por el mundo, hasta el punto de convertirse en una bebida universal. Nació en China aproximadamente hace 4.500 años y su descubrimiento, según cuentan los historiadores, fue fruto de la casualidad. En aquellos años, el emperador Shen Nung ordenó que toda el agua destinada al consumo humano debía ser hervida previamente.
Un día, mientras descansaba bajo la sombra de un árbol de té, algunas hojas cayeron en el recipiente donde el agua hervía y esta adquirió un aroma agradable. En principio fue utilizado como tónico medicinal, pero su sabor empezó a conquistar los paladares.
Llegó a la India y luego a Europa en el año 1497. A partir de ahí se expandió por todo el mundo, pero en algunos países beber una taza de té se ha convertido en toda una tradición.
EN CHINA
Al ser original de China, el té se ha convertido en la bebida más popular de este país. Posee la mayor variedad del mundo con más de mil tipos de té. Los chinos piensan que beberlo regularmente ayuda a prolongar la vida. Sobre ello hay una extensa bibliografía, no son pocos los autores orientales que se han encargado de contar la historia de esta infusión.
“Según el libro El Te Chino, se pueden diferenciar cuatro grandes etapas en el consumo de té. En la primera era utilizado como medicamento y como ofrenda. En la segunda, era tomado como alimento. En la tercera, que apareció durante el periodo de Los Tres Reinos (220-280), se comenzó a preparar desmenuzado en agua hirviendo. En la cuarta etapa, que arranca en la dinastía Tang (618-907), se preparaba ya en infusión”, señala la Radio Internacional de China en su página web.
La tradición del té es sumamente importante y está llena de detalles como las vajillas, tazas, recipientes y recolección de las hojas. Sin embargo, cada región tiene su propio estilo.
EN INGLATERRA
El té llegó a Inglaterra en 1658 por intermedio de un comerciante, que la ofrecía como una bebida medicinal y poco a poco fue ganando adeptos. Años después la realeza británica se dejó contagiar por su refrescante sabor y pronto se hizo de gran popularidad.
A principios del siglo XIX, el té se tomaba a cualquier hora del día, en especial a la noche. Sin embargo, gracias a la duquesa de Bedford nació la tradición de beberlo a las cinco de la tarde. “Un día por la tarde, encontrándose desfallecida, pidió que le sirviesen una taza de té, el cual le sentó tan bien que comenzó a invitar a sus amistades por la tarde para degustar la bebida, pasteles y sánguches, popularizando la costumbre”, señala la web Cocina vino.
EN RUSIA
El té, que apareció en Rusia en el siglo XVII, se ha convertido en una de las bebidas más populares, siendo un clásico en la recepción de invitados. Se sabe que los rusos adoptaron esta infusión a través de los mongoles; sin embargo, antes de ello ya habían creado el samovar, una especie de cafetera alta, de metal y dotada de una chimenea interior que servía para hacer infusiones.
El aparato es considerado por muchos como el recipiente perfecto para lograr el mejor té. Como combustible sólido se coloca carbón, de modo que el agua permanece en estado de hervor.
La infusión y el vodka se convirtieron en las dos bebidas primarias en la sociedad rusa. Y a pesar de que la bebida fue traída de China, Rusia ha desarrollado sus propias tradiciones en torno al té.

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