domingo, 26 de febrero de 2012

Cáncer, principal enemigo del demonio de Tasmania


Ni su fiero aspecto y nombre atemorizan al cáncer.  El demonio de Tasmania lucha desde el año 2005 contra los tumores faciales, una enfermedad que lo extermina crecientemente.
 
La causa de mortalidad de hasta la mitad de esta especie es este tipo de cáncer parasitario que se desarrolla en la isla de Tasmania (Australia).  Una vez alojada la enfermedad en el organismo, aparecen las lesiones o bultos alrededor de la boca, que se trasladan al resto del cuerpo.  Los tumores producen tanto dolor que los demonios mueren por inanición.
 
Un grupo de científicos de la Australian National University dilucidaron el misterio en las claves genéticas del demonio de Tasmania.  A través de la comparación del genoma de un animal sano con uno de un enfermo hallaron que “varios fragmentos importantes de los cromosomas habían sido mezclados como un rompecabezas que se ha armado de la manera incorrecta”, en palabras de la cientrífica Janine Deakin.
 
Como producto de esta investigación se confirmó que el tipo de tumor que contraen los ejemplares de diablo de Tasmania es genéticamente muy estable, evoluciona lentamente y no ha variado mucho desde su aparición; por lo que su tratamiento se hace más viable.
 
Una luz al final del túnel para la preservación de especies en peligro como el demonio de Tasmania.

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