“Aquí te vas a olvidar del arroz”

Es el lema que uno ve al sentarse en este “point” ubicado en una esquina de la cuadra 14 de general Garzón, a dos cuadras de las legendarias, ahora cerradas, Galerías Brasil en el distrito de Jesús María, ya que lo primero que llama la atención es la fachada del lugar, una cabaña al mismísimo estilo hawaiano.

Su verdadero nombre: “Tallarines DondeArnaldo” (sí, se escribe todo junto), que presenta desde el clásico a lo Alfredo y salsa roja, con huancaína y la ultra pedida (con justa razón) “la brava”, de rocoto, pimiento, queso y leche. El precio base: 6 nuevos soles (y en plato hondo, como le gusta a todo que se digne ser peruano de buen diente).

La gente llegaba, pedía y se iba o quedaba con la velocidad de un rayo. A pesar de los asientos un tanto incómodos, me senté y pregunté por la especialidad. La chica que atendía, le preguntó a un novel pero diestro chef (utiliza solo una cocina industrial con tres hornillas) de nombre Óscar, el cual respondió “el combinado”. En ese momento recordé lo que me había pasado una semana atrás. “Bueno, que sea ése”, dije.

Durante el tiempo de espera, pude ver que todo se prepara ahí mismo. La huancaína (licuar el ají y demás), cocinar la carne, cebolla y tomate a fuego lento para la salsa roja, y lo más importante, los fideos cocidos “al dente”, que son mantenidos a temperatura media, para luego servirse con las distintas salsas.

Tras ojear nuevamente el cartel, vi que al final ofrecen una porción de queso parmesano adicional, a un nuevo sol. No dude ni un segundo en pedirlo (amo el queso en todas sus variedades).

Luego de comer mi “Combinado rasta”, fue el nuevo nombre que le puse al plato (ver foto) me quedé con la sensación de que a pesar de ser un buen “arrocero”, muchas veces puedo prescindir de él, ¡y vaya con qué gusto!

P.d1: El plato de tallarines a lo Alfredo Combinado, vale 8 soles y lo pidió una chica, la cual accedió a ayudarme para la foto.

P.d2: Si desean adicionarle un bistec o milanesa, el precio es de 3 nuevos soles. Pero, ese es otro cantar.